Historia de los espejos: conoce su pasado y su futuro
Desde la más antigua historia registrada, las personas hemos estado fascinadas por nuestro reflejo. Pero ¿sabes realmente cuándo y cómo se inventaron lo que hoy en día conocemos como espejos?
Los espejos son tan útiles que la humanidad comenzó a crearlos hace miles de años, aunque no en la forma en que los conocemos hoy. De hecho, en muchas civilizaciones, se otorgaban poderes mágicos a los espejos y estos han estado presentes en mitos y leyendas desde la antigüedad hasta nuestros días. Por todos es conocido el mito de Narciso de la Grecia Clásica, o más cerca de nuestros días, el “espejito, espejito mágico” de la malvada reina de Blancanieves.
Por eso en Uraldi queremos ayudarte a conocer algunos datos interesantes sobre la historia de los espejos y su evolución de manera fácil y amena.
Origen e historia de los espejos y etapas primitivas
En un primer momento, los humanos (e incluso muy probablemente las especies que nos precedieron) aprovechaban los elementos de la naturaleza como la superficie del agua para conseguir ver. Probablemente, un primer paso fuera el de conservar agua en recipientes sólidos a modo de espejos primitivos.
Posteriormente, los primeros espejos se elaboraron a partir de piedra pulida como la obsidiana (vidrio volcánico con la superficie reflectante). Se han encontrado ejemplos de tales espejos en el territorio de la actual Turquía que datan del año 6000 a. C.
No fue hasta etapas más avanzadas del proceso evolutivo, cuando aprendimos a fabricar otro tipo de elementos y materiales más avanzados a modo de superficies reflectantes. Hablamos sobre todo de espejos elaborados en planchas de cobre. También se han encontrado pruebas de que se usaban este tipo de espejos en el año 4.000 a.C. en la civilización de Mesopotamia (actuales Irak, Irán y Siria) y una evolución superior de los mismos en bronce en la China del año 2.000 a.C.
Evolución de los espejos modernos
Ya en su versión más próxima a la actual, y como base del espejo moderno, los historiadores coinciden en adjudicar la invención de los primeros espejos de vidrio revestidos de metal a los Fenicios (actual Líbano) en el primer siglo d.C.
Gracias al comercio llevado a cabo por todos los imperios del mediterráneo, su uso fue extendiéndose y también mejorando sus técnicas de elaboración, como por ejemplo la desarrollada por los romanos de añadir plomo al vidrio soplado.
A partir de ese momento se fueron sucediendo continuos saltos evolutivos, como por ejemplo el llevado a cabo en China en el siglo VI, por el cual se recubrían los vidrios con bases de plata y mercurio. Hasta llegar a la época medieval en Europa, en la cual Venecia se convirtió en el siglo XVI en el epicentro del espejo, a los cuales añadían un tratamiento especial de revestimiento de mercurio.
Un hito importante que destacar, coincidiendo con la época Barroca del siglo XVII, fue la incorporación del espejo como elemento decorativo en los hogares más pudientes.
Por último, fue el químico alemán Justus Von Liebig el inventor del vidrio plateado en 1835, por el método de aplicar una película fina de plata sobre el vidrio mediante una reducción de nitrato de plata. Y es con este proceso como origen por el cual se industrializaron los procesos y se fabrican actualmente los espejos.
Futuro de los espejos
Y si hemos analizado el pasado de los espejos, no podemos terminar sin hacer una pequeña reflexión sobre cómo será su futuro, ya que estamos convencidos de que tenemos todo un mundo de interesantes perspectivas y posibilidades en cuanto a los espejos.
Por un lado, algunas de las mejoras que se han normalizado ya en los espejos de baño, como la iluminación, se extenderán próximamente a los espejos de otras estancias del hogar como habitaciones, salones, pasillos y recibidores. Es una tendencia que se está consolidando ya en América y que pronto se extenderá también en Europa.
Por otro lado, si tan solo en unos pocos años se han incorporado a los espejos diferentes elementos tecnológicos como placas antivaho, interruptores con infrarrojos, sistemas de sonido con bluetooth y pantallas de información. Es fácil imaginar un futuro no muy lejano en el que los espejos incorporarán nuevas aplicaciones como asistentes virtuales de ayuda a la imagen, sistemas de interconexión a otros elementos del hogar e incluso novedades que nos cueste imaginar actualmente.